Más vale prender una vela que maldecir la oscuridad
PRÓLOGO
Cada que un posible nuevo cliente
se acerca a mí o me contacta vía telefónica y me pregunta cuánto le cobraría
por llevar su contabilidad, le respondo: “Mire usted, primero nos tenemos que entrevistar
en mi oficina para que me platique a qué se dedica, tráigame por favor su RFC y
su contraseña (antes se le llamaba clave CIEC) y con eso le puedo hacer un
diagnóstico bastante completo de su situación fiscal.”
Todavía hay personas que creen
que los servicios contables, se pueden adquirir de la misma manera que como le
hacen para comprar una computadora: piden el precio, se los dan y se voltean a
la siguiente tienda pidiendo el precio con el proveedor número dos y lo
comprarán con el más barato.
Me apena decirles que no es así.
Llevar una contabilidad es hacer un traje a la medida. Cada situación es
diferente, incluso con clientes que se dedican a la misma actividad económica.
Es como comprar una computadora inteligentemente: tienes que ir a varias
tiendas, ver características del equipo, precio, condiciones de venta y una vez
analizado todo esto, adquieres la mejor, aunque el precio no sea el más barato.
Pero también ¿Por qué lo hago?
¿Por qué cito al cliente antes de cerrar el trato? Para que me conozca, para
que vea quién soy, cómo soy, dónde está mi oficina, que vea cómo es mi oficina,
cuánta gente trabaja conmigo, es decir, para que vea con quien está tratando; y
lo más importante de todo: PARA
EXPLICARLE CÓMO SE HACE UNA CONTABILIDAD Y CÓMO SE PAGAN LOS IMPUESTOS.
Y el comentario constante y más
repetido de las personas que pasan por mi oficina es aquel que me ha orillado a
escribir este libro: “A TI SÍ TE
ENTIENDO”.
El ser descendiente de maestros e
hijo de un contador privado es la combinación perfecta para traer en la sangre
esas ganas de explicar cosas contables y fiscales; y de que lo que uno dice,
quede claro. Es innato. Uno ya viene con ese “chip”. Entiendes las cosas y las
transmites a la gente.
Las explico de manera que lo
entiendan. No como contador, sino como si fueras la persona que está sentada
frente a ti. Con empatía. Poniéndome en sus zapatos.
A mis posibles nuevos clientes,
en esa primera entrevista, siempre les digo: “LA CONTABILIDAD LA HACEMOS ENTRE LOS DOS”. El cliente es la primera
persona a la que le llega la información, las facturas de compras y de gastos.
El cliente es quien hace sus facturas de venta. Él es quien empieza a generar
la información contable. Y si él no sabe generarla y recibirla correctamente,
cuando nos entregue la información de un mes (que normalmente nos la entrega al
mes siguiente), vendrá con errores y esos errores
cuestan dinero. DINERO EN EL PAGO DE SUS IMPUESTOS.
Hoy en día, debemos ser
PREVENTIVOS EN LA GENERACIÓN DE NUESTRA CONTABILIDAD, NO CORRECTIVOS. Estamos
en el año 2020, hace unos once años, todavía podíamos darnos el lujo de ser
correctivos. Hoy ya no. Como contadores, debemos explicarles bien a los
clientes cómo deben generar sus facturas de venta, cómo deben recibirlas, qué
es deducible de impuestos; para que nosotros, una vez recibida esa información,
la capturemos en nuestro sistema contable y generemos la información financiera
necesaria para poder calcular los impuestos del mes y del año.
Los excesivos sistemas de control
que ha establecido la autoridad fiscal, han transformado a la contabilidad de
las empresas, pasando de ser correctiva a ser preventiva. La facturación
electrónica, las DIOT, la contabilidad electrónica, el Buzón Tributario, el
sistema de “Mis Cuentas” del portal del SAT son claros elementos de
fiscalización electrónica (a distancia) que ha implementado el SAT para que
desde la comodidad de su oficina, esté haciendo cruces de información mientras
se toma su cafecito y sin necesidad de enviar absolutamente a nadie a nuestras
oficinas para comenzar una auditoría.
Este libro es una valiosa
herramienta para cualquier persona que pague impuestos y que tenga un contador…
y que muchas veces no le entiende a su contador. O bien, que no entienda por
qué paga tales o cuales impuestos.
Lo que pretendo es que mi lector
también diga: “GABRIEL, A TI SÍ TE
ENTIENDO”, para que después cuando su contador le trate de explicar en
términos contables, le entiendan.
También es una valiosa
herramienta para mis colegas contadores, para que sean empáticos y traten de
explicar los procedimientos y términos contables de manera sencilla. Para que
se den cuenta que muchas veces, lo que a nosotros nos costó cinco o más años
aprender en un aula universitaria y en los trabajos en los que hemos estado, a
nuestros clientes les cuesta mucho más trabajo entenderlo cuando nosotros lo
explicamos de manera técnica y mecánica.
No pretendo quitarle trabajo a
mis colegas con este libro, pretendo que entiendan que debemos mirar a los ojos
a nuestros clientes y percibir en esos ojos si ellos nos están entendiendo
realmente, y no que solo nos están dando el avión y diciendo que sí nos
entienden, pero vemos que siguen cometiendo los mismos errores cada mes cuando
nos entregan su contabilidad.
Este libro pretende hacer entender
conceptos básicos de cómo el contador genera una contabilidad. No pretende que
el contribuyente haga su contabilidad solito. Para eso estamos los contadores.
Para eso nos preparamos los contadores. El contribuyente siempre necesitará de
un contador capacitado para poder tomar las mejores decisiones. La autoridad
fiscal pretende hacerle creer a la gente que no necesita a un contador, que
ellos pueden presentar sus declaraciones solos… y en pocas ocasiones, así es.
Pero en la mayoría de los casos, el contribuyente necesita escuchar la opinión
de un profesional para orientarse y conocer los beneficios de la Ley, los
Reglamentos y las Reglas de Carácter General. Por eso “zapatero a tus zapatos”.
El libro está escrito de una
manera coloquial. Sin tecnicismos (bueno, a veces; pero siempre estaré
disponible para que me lo hagas saber, abajo vienen mis datos para que me
escribas). Existen varios libros que intentan explicar principios básicos de
cómo llevar una contabilidad y terminan transcribiendo la ley sin aclarar lo
que dice el texto legal y sin comentarlo. Los autores dicen que te lo explican
“en español”, pero no salen del lenguaje legislativo.
¿Crees que una consulta al
contador te saldrá cara? Más caro te saldrá no hacer la consulta y seguir pagando
tus impuestos sin una debida planeación fiscal. Y si no pagas impuestos y
recibes ingresos, más caro te saldrá no pagarlos creyendo que “no me va a pasar
nada”.
Si eres contribuyente, lee
detenidamente este invaluable libro y asesórate con tu contador. Y si eres
contador, estimado colega, aprende a hablar en términos lisos y llanos para que
tu cliente COMPRENDA LO QUE TRATAS DE
EXPLICARLE, y juntos puedan hacer una mejor contabilidad y por lo tanto
lograr un pago de impuestos más justo para tu cliente sin llegar a la necesidad
de utilizar pseudo estrategias fiscales.
Así que… ¡EMPECEMOS!
Aguanta… aguanta…
¿Qué pasa si algo de lo que trae
este libro cambia en el año? Digo… ya sabemos que en el tema de los impuestos,
la cosa cambia a cada rato…
Si en el transcurso del año,
cambia algo de lo que viene en este libro, te avisaremos en nuestra página www.impuestosydragones.com en la
sección de ACTUALIZACIONES.
O bien, para hacer más grandes
tus dudas, envíanos un correo a: chonchete@impuestosydragones.com
Cada año iremos actualizando el
contenido del libro con las modificaciones que se vayan generando en cuanto a
la legislación mexicana. Podrás identificar a qué año corresponde tu libro en
la portada del mismo.
CONTINUACIÓN DEL PRÓLOGO…
Jajajaja. ¿Creías que ya había
terminado el prólogo? Pues no.
¿Por qué el título del libro?
De entrada, porque me gustan los
dragones. Son seres mitológicos, poderosos, fuertes, agresivos si se les
provoca. Se les puede representar de muchas formas: bondadosos y tiernos, o
bien impetuosos y dominantes.
Y en segundo término, porque
quiero que en esta historia, el dragón seas tú, el empresario, el emprendedor,
el que está por honorarios, el arrendador de una propiedad, todos los que
quieren defender su patrimonio y pagar menos impuestos. Quien le entiende a su
contador, paga menos impuestos.
El príncipe es el SAT.
La princesa del cuento es tu
patrimonio, tu dinero.
El mago de esta historia, el
alquimista, el brujo que hará que el dragón defienda a su princesa a toda
costa, es tu contador.
Esta es una historia diferente.
El malo del cuento es el príncipe. Es una historia disruptiva. Distinta. ¿Por
qué? Porque si quieres obtener resultados diferentes, debes hacer las cosas
diferentes. No pretendas obtener un mejor resultado haciendo lo mismo que haces
siempre. La forma de hacer contabilidad y cobrar impuestos ha cambiado y
seguirá cambiando; es por eso que debemos pensar diferente y hacer las cosas
con innovación.
Y de esta forma, una vez
presentados todos los personajes de esta historia, empiezo con el final de este
largo prólogo: en un país cercano a nosotros llamado Caste-Batelló vivían en un
castillo encantado un valiente dragón y de buen corazón llamado Chonchete; la
hermosa princesa Monediana (quien poseía una gran fortuna), y un viejo y sabio
mago, Leonardo.
El príncipe Tributario era un
joven nada apuesto, pero eso sí, con muchos recursos económicos y materiales, que
trataba todos los días de robar a la princesa, quien vivía a gusto con el
Dragón Chonchete y el mago Leonardo. El príncipe era despiadado y siempre ponía
trampas al dragón para que cayera en ellas y así pudiera raptar a la princesa. Todas
las noches tramaba nuevos engaños ya que su padre, el Rey Katroté lo presionaba
las 24 horas del día para que consiguiera la gran dote de la princesa, porque
tenía que mantener contentos a todos los mendigos que se acercaban diariamente
al Palacio a solicitar regalados, unos centavos.
Sin embargo, Chonchete estaba muy
bien asesorado por el Mago Leonardo quien se
sabía todos los Decretos, Leyes y demás alquimias que se habían publicado en el
reino para hacer que el dragón entregara a la princesa Monediana y de esa forma
se defendía a bocanadas de fuego siempre que veía acercarse al príncipe
Tributario.
Empecemos este viaje medieval del
siglo XXI…
Recuerda que el libro #ImpuestosYDragones está a la venta
en:
·
AMAZON
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·
El Sótano
·
En www.corderoeditorial.com
·
www.elconta.com
Y en la Ciudad de Puebla:
1.
Cordero Editorial. Valencia 24, Col. Las Palmas
2.
Librería León. 3 Poniente 308, Centro Histórico.
3.
Profética. 3 Sur esq 7 Poniente, Centro
Histórico.
4.
Librería del Paseo. 5 Poniente 911-B, Centro
Histórico.
5.
Librería Ditesa. 7 Sur 1504. Centro Histórico.
6.
Centro Librero de Puebla. 3 Poniente 524-B,
Centro Histórico.