“Tenemos un sistema que
cobra cada vez más impuestos al trabajo
y subsidia el no
trabajar”
Milton Friedman
INTRODUCCIÓN.
• Establecer
una introducción mediante argumentos claros, precisos, críticos, analíticos,
objetivos y debidamente fundamentados de la importancia del tema, la necesidad
de los impuestos en nuestro país y los puntos que va a desarrollar dentro del
ensayo.
Cobrar impuestos siempre es
impopular. A nadie le gusta pagar impuestos para que los políticos se los
roben.
Sin embargo, las contribuciones
son necesarias para que el sistema funcione (o funcione lo suficiente para que
los contribuyentes vean que funciona). Hospitales, carreteras, alumbrado
público, pavimentación de calles, entubamiento de agua y saneamiento, pagarle a
quien atienda las ventanillas públicas, servicios médicos y hospitalarios,
financiamiento para vivienda para los trabajadores, asesoramiento para el
campesino y un largo etcétera son las razones fundamentales para que el
particular pague impuestos.
Sin embargo, México no es de los
países que más recauden contribuciones de sus gobernados con relación al PIB,
de acuerdo a las estadísticas de la OCDE (Organización para la Cooperación y
Desarrollo Económicos).
DESARROLLO
En los Estado Unidos Mexicanos,
el Estado funciona con base en la recaudación de contribuciones, no solo de
impuestos (Código Fiscal de la Federación, artículo segundo).
Las contribuciones se clasifican
en:
1. Impuestos
2. Aportaciones
de Seguridad Social
3. Contribuciones
de Mejoras y
4. Derechos
Muchas veces, la gente habla de
impuestos y se refiere a CONTRIBUCIONES. La palabra contribuciones es genérica.
La palabra impuestos, es específica. Todo esto de acuerdo al artículo segundo
del Código Fiscal de la Federación (CFF).
Con base en lo anterior, nos
referiremos a CONTRIBUCIONES en nuestro ensayo, refiriéndonos y englobando los
conceptos del artículo segundo del CFF.
Las formas de recaudación de las
contribuciones en nuestro país, son mediante pago ya sea por declaración
periódica o extraordinaria.
Un pago periódico, es aquel que
el contribuyente tiene que realizar por obligación por la actividad a la que se
dedica y por que así lo establece la Ley impositiva respectiva. Por ejemplo, un
comerciante que se dedica a la compra venta de llantas: tendrá la obligación de
pago del ISR, IVA y retenciones del ISR de sus trabajadores; así como del pago
de las contribuciones de seguridad social a que esté afecto (IMSS, Infonavit) y
del pago de contribuciones estatales como el Impuesto sobre Nómina.
Un pago extraordinario es aquel
que el contribuyente está obligado por una contribución fuera de la actividad a
la que se dedica y fuera de sus obligaciones normales. Un ejemplo es el pago
por derechos por la expedición de un pasaporte. Cualquier mexicano que requiera
de un pasaporte, deberá pagar estos derechos. Sin embargo, éste universo de
contribuyentes es reducido y limitado a la necesidad de tener un pasaporte, ya
sea para un viaje al extranjero o para identificarse en la realización de un
trámite oficial.
El fin de esas contribuciones
son, de acuerdo al artículo 31 fracción IV de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos (CPEUM), la de contribuir para los gastos públicos de
manera proporcional y equitativa que dispongan las leyes.
Con base en lo expresado en el
párrafo anterior, todos los mexicanos necesitamos contribuir para el gasto
público. Llámese hospitales, pago de medicinas y consultas médicas, carreteras,
alumbrado público, pavimentación de calles, entubamiento de agua y saneamiento,
pagarle a quien atienda las ventanillas públicas, servicios médicos y
hospitalarios, financiamiento para vivienda para los trabajadores,
asesoramiento para el campesino, combate a la delincuencia, pago a policías,
pago al Poder Judicial, pago al Poder Legislativo, portección al medio
ambiente, cubrir los emolumentos y gastos de todas las representaciones de
nuestro país en el extranjero, construcción o pago de rentas de bienes
inmuebles propiedad de la Nación, pago a los maestros y los gastos inherentes a
la educación pública, y un largo etcétera.
Es por esto que se justifica el
pago de impuestos.
Pero en los últimos cincuenta
años se ha dado casi como “normal”, dentro del gobierno, el ROBO de nuestras contribuciones.
Incluso, hay políticos que han declarado “he robado, pero poquito” y a pesar de
dichas declaraciones, la gente volvió a votar por el político y salió ganador
en sus segundas elecciones (https://www.animalpolitico.com/2017/05/frases-alcalde-robo-poquito/).
Esta conducta, en cualquier país europeo sería más que condenable, sin embargo
en nuestro país se ve como “normal”, ya que en la psique colectiva estas
conductas están catalogadas como no graves, cuando sí lo son (Zunzunegui,
2019).
El pago de contribuciones es una
necesidad para que nuestro Estado Mexicano funcione. Pero lo que debemos hacer
los mexicanos es fortalecer nuestro sistema educativo para generar una nueva
cultura en las generaciones por venir para que la conciencia colectiva, exija
que los políticos cumplan con las leyes y éstas traigan consigo un castigo aún
más severo para aquellos que desvíen recursos públicos para un beneficio
personal; como el caso del exgobernador de Veracruz, Javier Duarte quien
habiendo desviado millones de pesos, las sanciones económicas son oscilan entre
un 10 y un 20% de lo robado más unos años pocos años de cárcel.
¿Las contribuciones tienen una
razón de ser? ¡Por supuesto que sí! Son necesarísimas para que cualquier estado
del mundo funcione. Todos los gobiernos deben cobrar impuestos para que sus
instituciones caminen adecuadamente.
¿Se imaginan al Seguro Social sin
las aportaciones de los patrones y de los trabajadores? ¡Imposible!
¿Se imaginan que el Poder
Judicial pudiera laborar normalmente si no se cobraran impuestos? La justicia
estaría peor de lo que está actualmente. La Iglesia en manos de Lutero.
Sin embargo, México no es de los
países que más recauden contribuciones de sus gobernados con relación al PIB,
de acuerdo a las estadísticas de la OCDE (Organización para la Cooperación y
Desarrollo Económicos). Es decir, los Estados Unidos Mexicanos no son de los
países en donde se paguen más impuestos. Y la gráfica que muestro a
continuación lo ejemplifica claramente:
En los puntos negros, apreciamos
la media de recaudación con relación al PIB generado por cada país miembro de
la OCDE desde 1965 hasta el año 2017.
Y en los puntos rojos, vemos la
recaudación de México, también con relación al PIB generado en cada año desde
1980 hasta 2017.
Desde hace varios años, la OCDE
ha recomendado a México que incremente su recaudación, ya que es baja con
relación a otros países miembros. Y esto se generaba en nuestro bello país por la
gran dependencia de los ingresos petroleros. Es como en una familia: si el papá
sabe que va a recibir la renta segura, mes con mes, de un bien inmueble que
tiene heredado desde su abuelo y adicionalemente tiene un negocio que vende
computadoras, entonces ¿para qué trabaja para conseguir más clientes en la
venta de computadoras si ya sabe que de las rentas va a recibir un ingreso
seguro mes con mes? Pero resulta que producto de un terremoto, el bien inmueble
del que recibía los ingresos quedó dañado y ahora solo va a recibir ingresos
por la venta de computadoras. Tengan por seguro que esa persona va a enfocar
todas sus fuerzas en conseguir más clientes para poder subsistir.
Lo mismo pasa con nuestro país.
Los precios del crudo mundial, van a la baja y desde hace más de quince años,
nuestro gobierno federal ha fortalecido en gran medida los sistemas
informáticos del Sistema de Administración Tributaria (SAT) para poder cobrar
mejor sin tener que realizar el mismo esfuerzo del pasado y teneiendo costos de
recaudación menores. ¿De dónde quiere ahora el gobierno obtener sus ingresos ya
que los ingresos petroleros van a la baja? De las bolsas y ganancias de todos
los mexicanos.
Es por eso que desde hace más de
quince años, el SAT ha estado fortaleciendo sus sistemas informativos a través
de la Firma Electrónica, las declaraciones a través del portal del SAT, la
DIOT, el Buzón Tributario, el CFDI, las auditorías electrónicas y últimamente,
las entrevistas personales con los contribuyentes.
Con estos sistemas tecnológicos,
ahora es más mucho más difícil evadir y esconderse del SAT. Hoy en día, debemos
ser mucho más preventivos que correctivos, como lo eramos hace unos dies años.
CONCLUSIÓN
Cualquier mexicano paga
impuestos. Desde el menor de edad que ahorra para conprarse un juguete hasta el
empresario que tiene a un despacho de veinte profesionales a su servicio para
pagar lo menos posible; todos terminamos pagando impuestos en mayor o menor
medida.
Sin embargo, mientras las leyes
fiscales lo permitan, los contribuyentes mexicanos serán los que menos
impuestos paguen, con relación al PIB, dentro del grupo de la OCDE.
Mientras el sistema permita al
político seguir robando las contribuciones de los mexicanos, los mismos
mexicanos seguirán viendo las posibilidades y las puertas que estén abiertas y
disponibles para seguir evadiendo y/o eludiendo el correcto pago de las
contribuciones a las que está afecto pagar.
Es importante pagar impuestos,
pero la cultura actual del mexicano, no lo ve de esa manera.
Necesitamos cambiar la forma de
pensar de nuestro pueblo para que por un lado, vea los beneficios de pagar
impuestos y por otro, vea las consecuencias de robárselos.
Cualquier comentario, favor de enviarlo a: gabriel@agnuscontadores.com
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