El día de ayer fui testigo y protagonista, una vez más, de la importancia de acercarse a un buen asesor fiscal.
Al final del Capítulo Uno del libro
“Impuestos y Dragones”, hablo de la importancia de tener una asesoría
personalizada de un profesional y de no acercarse a la “desorientación” fiscal
ofrecida por el SAT. Un asesor fiscal, siempre velará por tus intereses y no
así el asesor del SAT.
En la semana me marcó una señora
(una Chonchete Dragón), a quien, una colega le había dado mis datos. Me planteó
su situación por teléfono y quedamos de vernos en mi oficina para una asesoría.
Su contadora le había propuesto una
solución al problema que la aquejaba y le iba a costar bastante dinero en
impuestos. Sin embargo yo le propuse cuatro y entre ellas, la mejor fue una,
con la cual se quedó muy convencida.
Siempre hay que buscar soluciones
como buen Mago Leonardo, para que nuestros Chonchetes Dragón no pierdan a su
Princesa Monediana en manos del Príncipe Tributario.
CONCLUSIÓN: Lo que me pagó la
Chonchete Dragón por la asesoría de ayer, más lo que tiene que gastar para
armar la estrategia que le propuse, le saldrá muchísimo más barato que la
opción que traía en mente propuesta por su contadora.
Como contribuyentes, siempre busca
una buena asesoría.
Como contadores y asesores
fiscales, nunca hay que dejar de capacitarnos.
QUIEN LE ENTIENDE A SU CONTADOR,
PAGA MENOS IMPUESTOS.
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