miércoles, 31 de octubre de 2012

EL IMSS, TAN ENFERMO COMO SUS PACIENTES


Gabriel Cordero Castillo

EL IMSS, TAN ENFERMO COMO SUS PACIENTES

“La enfermedad más grave es la indiferencia ante cualquier cosa”

 

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es un enfermo grave, que se resiste a tomarse la medicina. Después de doce años de gobiernos panistas, cualquier persona que entre a una clínica del IMSS o a cualquier subdelegación, estará de acuerdo conmigo: el Seguro Social se ha quedado estancado en viejos vicios, burocracia y viejas prácticas.

El otro día, Don Chonchete Billete, me avisó que cambió de local una de sus empresas, ante lo cual le comenté que teníamos que presentar los avisos correspondientes de cambio de domicilio ante el SAT, Finanzas y el IMSS.

En el SAT, la historia de siempre: problemas para conseguir la cita, ya que para “TRAMITES ENTE EL RFC”, hay pocas citas, a pesar de que las oficinas del SAT estén semivacías, si no hay citas disponibles, no hay poder humano para que lo atiendan a uno sin la respectiva cita. Una vez que conseguimos cita, nos presentamos con los requisitos que se indican en el “Catálogo de Trámites” en la misma página del SAT. Tardaron unos tres minutos en llamar nuestro turno y pasamos al escritorio que nos indicó el tablero electrónico. Nos atendieron muy bien, en unos módulos secretariales muy cómodos en los cuales tanto el contribuyente como el empleado del SAT, están sentados; y en unos cinco minutos, terminó de capturar la señorita que muy amablemente nos atendió y a quien Don Chonchete no quitaba los ojos y lanzaba piropos como es su acostumbrado estilo. Coqueto hasta la muerte, el viejo. Una vez concluida la captura, nos indicaron que esperáramos a que escanearan los documentos originales y todo estuvo listo en aproximadamente quince minutos.

El trámite ante la Secretaría de Finanzas, lo pudimos realizar nosotros (como contadores de Don Chonchete), en nuestro carácter de terceros autorizados, una vez que Don Chonchete Billete nos firmó la carta poder que nos solicita la dependencia estatal, junto con los demás requisitos. Don Chonchete, no tuvo que acudir a Finanzas para nada.

El problema estuvo… bueno, está (por que todavía no concluye ese trámite) en el cambio de domicilio ante el IMSS. Llegamos a la Subdelegación Sur de Puebla, una oficina abarrotada de gente, ya que el Seguro Social dista mucho de la modernización vía internet que podría presumir el SAT. Solicitamos turno para cambio de domicilio de un patrón, nos mandaron a la ventanilla nueve, previa espera de que el tablero electrónico llame el turno correspondiente. No hay donde sentarse. Todas las sillas están ocupadas. Ah… las sillas.

Permítanme hacer un breve paréntesis: hace meses acudí a mi cita de rutina a la clínica 1 del IMSS aquí en Puebla. Me registré con la asistente de mi médico familiar y me informa que espere. Donde sentarse: dos sillas rotas de las cuales doy constancia aquí.

 

La misma fotografía que les estoy mostrando, se la envié al delegado del IMSS, Francisco Fraile, vía twitter ( @paco_fraile ) con copia a varios medios de comunicación (18 de septiembre de 2012), preguntando cómo está la silla del Delegado; ya que esa no es la calidad de sillas que nos merecemos los derechohabientes. El delegado nunca me contestó ese tweet.

Pero el jueves 27 de septiembre, el político panista escribió en ese mismo medio: “Tengan un jueves bien y de buenas. Aprovecho para agradecer sus comentarios y ponerme sus órdenes por este medio #Puebla” a lo que aproveché y le contesté: “Gracias, delegado @paco_fraile para preguntarle si tuvo oportunidad d ver foto q le envié de las sillas de la Clínica 1 pic.twitter.com/YATU5Wut”. Sorprendentemente en esta ocasión sí me contestó. Esta es su respuesta: “si las vi , conozco la situación de cada unidad médica , estoy buscando una solución . El sistema de compras nos para” . Y ante semejante respuesta, le volví a preguntar: “¿Y desde cuando detectaron el problema n el sist d compras? @tu_imss es 1 institución q ha resistido el #Cambio estos 12 años”. Y ante esta pregunta, un mes después, no he tenido respuesta. En fin. Ya me estoy saliendo del tema. Me extendí con mi paréntesis.

Estábamos con que no había sillas disponibles en la Subdelegación Sur de Puebla para que Don Chonchete y yo nos sentáramos. Y a pesar de que en la famosa ventanilla nueve no estaban atendiendo a nadie, no nos llamaban. Don Chonchete se desesperaba. Me acerqué a la ventanilla y el jovenazo que atendía alzó la vista, me vió, lo saludé amablemente con un tímido “buenos días” a lo que él solamente hizo una mueca, vió su pantalla, tecleó algo y apareció nuestro turno en la pantalla. Pasamos a que nos atendieran… de pié. El trámite tardó unos catorce minutos y la respuesta al mismo fue: “Ya quedó. Tienen que regresar en una semana para recoger la tarjeta patronal. Tiene que venir el señor para que firme.”

No les cuento “el gusto” que le dio a Don Chonchete el saber que tenía que regresar a semejantes oficinas la siguiente semana. Sin embargo, puntuales, a los siete días, ahí estábamos para recoger la tarjeta patronal. Y cual va siendo nuestra sorpresa que el encargado de la ventanilla nueve, otra persona diferente a quien nos atendió la semana anterior, nos informa: “…tuvimos problemas con el sistema y no quedó capturado el movimiento. Pero para que no anden dando vueltas, marquen al 230-1801 extensión 1075 para que les dígamos si ya quedó capturado.” Don Chonchete se puso de mil colores del coraje de haber perdido valiosísimos minutos de su tiempo en acudir a esta oficina, la subdelegación sur de Puebla, solo para recoger un papelito llamado “TARJETA PATRONAL” y que no estuviera.

Estamos por concluir el segundo sexenio de gobiernos federales panistas. El primero de ellos, se autodenominó “EL GOBIERNO DEL CAMBIO”, pero el IMSS se resistió al cambio y prácticamente sigue igual. Si bien han implementado sistemas de cómputo tanto en las subdelegaciones como en las clínicas y hospitales, no ha sido suficiente. Es constante que cuando uno acude a su clínica familiar a “sacar una cita”, la asistente nos informa: “no hay sistema”. Y como la anécdota que les acabo de contar, no falta el tortuguismo en las subdelegaciones para realizar un simple cambio de domicilio o para la consulta de algún adeudo.

¿Por qué el SAT sí puede implementar un sistema en donde en 10 minutos quedé afectado en el mismo, un cambio de domicilio y le entreguen al contribuyente su nueva Cédula de Identificación Fiscal y su cambio de domicilio y el IMSS tenga que tardarse más de una semana en hacerlo? Si vamos más allá de esto: ¿Por qué no puede implementar el GOBIERNO FEDERAL en su conjunto un sistema en el cual el contribuyente acuda a una sola oficina (o lo haga por internet) y quede listo su cambio de domicilio PARA TODAS LAS DEPENDENCIAS FEDERALES, ESTATALES Y MUNICIPALES?

¿Por qué el SAT puede implementar un sistema en el cual el contribuyente pueda ver –aunque de manera deficiente- las declaraciones que debe y el IMSS no tiene un sistema amigable, sencillo y expedito para que el contribuyente en cualquier momento sepa qué cuotas debe?

El SAT ha comprendido muy bien que el tiempo del contribuyente es muy valioso y el IMSS no. Cuando salimos del SAT, Don Chonchete Billete, me dijo sorprendido: “Yo pensé que nos íbamos a tardar como dos horas ahí adentro”.

A quienes tienen el poder de HACER ALGO, HAGANLO PORFAVOR. Se los pedimos desesperadamente y se los exigimos como mandantes que pagan su salario. No es posible que una institución tan noble y que da servicio a millones de derechohabientes diariamente, se resista por más tiempo al cambio. No es posible. Debemos hacer algo: los de este lado del mostrador, exigir a los del otro lado del mostrador que cambien y que mejoren. Sí se puede. El SAT es un ejemplo imperfecto de que sí se puede.

 

Gabriel Cordero Castillo es Contador Público por la UPAEP, con especialidad en fiscal y Maestría en Contribuciones por la BUAP.

Socio fundador de AGNUS Contadores.

Para cualquier comentario acerca de este artículo: twitter@AGNUSCONTADORES

 

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