Las Afores cumplen 25 años y esto lo bueno, lo malo y lo escandaloso
01-07-2022,
6:15:00 AM Por: Antonio
Sandoval
Las Afores iniciaron operaciones
el 1 de julio de 1997, junto con el esquema de cuentas individualizadas, estos
han sido sus aciertos y errores.
Las Administradoras de Fondos de Ahorro para el Retiro
(Afores) iniciaron oficialmente su operación el 1 de julio de 1997,
junto con el nuevo sistema de cuentas individualizadas en el Sistema de Ahorro
para el Retiro (SAR).
Por lo tanto, este viernes 1 de julio las Afores están de
plácemes, aunque con perfil bajo como gremio, para pasar desapercibidos en la
medida de lo posible y no ser señaladas como al inicio de la administración
como entidades que pagan bajas pensiones, cuando el origen del problema no eran
ellas.
Definitivamente, bajo una visión estrictamente
financiera, las Afores deben estar satisfechas del papel que
han jugado en el SAR estos 25 años, toda vez que administran las cuentas de
millones de mexicanos y forman parte de un sistema que con este cambio hacia
las cuentas individualizadas se salvó de la quiebra, que era a donde se dirigía
con el esquema de beneficio definido vigente hasta el 30 de junio de 1997.
Pero, desde luego que siempre hay cosas buenas y malas, aquí
un pequeño balance.
Lo bueno
1) Las cuentas individualizadas: Por este
mecanismo se evitó la quiebra del sistema de pensiones del país, permitió que
millones de mexicanos transitaran a un esquema de cuentas individualizadas para
consolidar un ahorro personal que será la base de la pensión de millones de
mexicanos una vez llegado el momento. Al cierre de mayo pasado las
Afore administraban un total de 70.87 millones de cuentas,
aunque habría que ver cuántas de estás se encuentran duplicadas o no han sido
depuradas.
2) Acumulación de ahorro: El sistema de Afores
cuenta al cierre del primer trimestre del año con activos administrados por 5 billones 107 mil millones de pesos, equivalentes a 20 por ciento
del PIB nacional. El sistema se encuentra todavía en etapa
de acumulación; es decir, son más los recursos que ingresan por concepto de
cuotas y aportaciones que los que salen por pago de pensiones.
3) Sistema de pensiones viable: Las Afores junto
con el SAR le dieron viabilidad a un sistema que iba directo a la quiebra; hoy
por hoy el mercado es viable, solvente y sostenible en el largo plazo.
4) Tasas de rendimiento atractivas: El promedio
histórico de rendimiento que han pagado las Afores alcanza casi 11 por ciento
anual, lo que sin duda es positivo considerando que en más de una década hemos pasado
por un largo periodo de tasas a la baja que si bien por el momento se han
revertido, todavía no son lo suficientemente elevadas para mejorar por sí solas
los rendimientos de las Afores.
5) Profesionalismo: En términos generales las Afores son
entidades profesionales con personal idéntico, capacitado y confiable. Sin olvidar
que ya pasaron por un escándalo, al que nos referiremos más adelante. Las Afores
tienen en términos generales un balance positivo en 25 años de existencia.
Lo malo
El estigma: Quien esto escribe, en una entrevista
realizada al directivo de una Afore (No diré nombre de la institución ni del
entrevistado por ética debido a que todavía trabaja en el sistema), me dijo
que, sin que lo publicara, debía reconocer que las Afores eran las únicas
instituciones del sistema financiero mexicano que no necesitaban salir a buscar
dinero, solito les llegaba, que solamente debían dedicarse a
administrarlo. Es cierto.
Las Afores nacieron con un estigma del que no han podido, no
han sabido o no han querido librarse, o todo junto.
Las Afores fueron tachadas desde un inicio como empresas que tomaban el dinero de los trabajadores y obtenían
grandes utilidades, para pagar una mínima parte de rendimiento a los dueños del
dinero.
Incluso, esto se recrudece en épocas de minusvalía cuando
son acusadas de generar “pérdidas” a sus clientes y, no obstante, cobrar
comisiones, son innumerables las notas periodísticas que han registrado ese
suceso.
Ante las acusaciones anteriores y varias más, el gremio calla
o esboza tibias respuestas que no sirven de mucho.
Las Afores no han podido, no han sabido, no han querido, o
todo junto, “conectar” con la sociedad al 100 por ciento, hacerla partícipe de
sus logros, enseñarle a los trabajadores en general su relevancia, el papel que
juega en el sistema de pensiones nacional y sus logros.
Es un estigma con el que nacieron y que no han querido o
podido borrar. Son intermediarios indispensables en el sistema financiero
mexicano, pero que les ha costado mucho mejorar su imagen ante la sociedad
porque los esfuerzos no son conjuntos, sino individuales.
Es cierto que han hecho mucho, sin duda, pero dada la
magnitud de la tarea, lo que han hecho es poco comparado con lo que falta. Esto último alguna ocasión lo comenté a otro directivo y le
disgustó, pero como dice el dicho: “La verdad no peca pero
incomoda”.
Ojalá en sus primeros 25 años el gremio se concientice y le
sirva de punto de partida para reflexionar y llevar a cabo una tarea titánica
para sacudirse de una vez por todas el viejo estigma e insertarse en la
sociedad ya con firmeza, las Afores tienen que dejar de ser consideradas “un
mal necesario”, pero todo depende de ellas.
El escándalo
Las Afores no pudieron librarse de una “mancha” en estos 25
años de historia. El 4 de mayo de 2017, el Pleno de la Comisión Federal de
Competencia Económica (COFECE) acreditó la responsabilidad de Profuturo GNP Afore, Afore Sura, Afore XXI Banorte y Principal
Afore, así como de 11 personas físicas en la realización de
prácticas monopólicas absolutas en el mercado de los servicios de
administración de fondos para el retiro de los trabajadores en el territorio
nacional. Ante ello, se les impusieron multas que en
conjunto sumaron alrededor de mil 100 millones de pesos.
De acuerdo con la entidad, los agentes económicos sancionados
celebraron acuerdos para reducir los traspasos entre Afores. Esta conducta
disminuyó la competencia que existía entre ellas para ganarse la preferencia de
los trabajadores.
Esta “mancha” debe recordarse siempre y quedar como
antecedente para disminuir en la medida de lo posible cualquier tentación para
futuros intentos de realizar prácticas que cuando menos entran en la
ilegalidad, o que pueden ser incluso constitutivas de algún delito.
El primer cuarto de siglo se cumplió; a partir del año
siguiente iniciará una nueva etapa para mejorar las pensiones de los
trabajadores en un horizonte de largo plazo, aproximadamente en una década;
veremos si será una nueva etapa ante el gran reto que tendrá el sistema también
los años siguientes, cuando millones y millones de mexicanos ingresemos o nos
acerquemos a la edad para el retiro.
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