martes, 7 de agosto de 2018

AMENAZA

Acabo de llegar a mi oficina de ver a un cliente al que le entregué toda su documentación y terminamos nuestra relación contractual cliente-contador.

El cliente, al que simplemente llamaremos HECTOR T. G. tuvo una auditoría hace seis años de la cual le determinaron un crédito fiscal que ascendía a 900 mil pesos.
Se pagaron algunos impuestos y se quedaron a deber otros.
Y a la liquidación del crédito fiscal, yo no le di seguimiento, lo reconozco.
Hace unos dos meses Finanzas le notifica que dos terrenos están embargados por el adeudo total del crédito, más actualización y recargos. El crédito, al día de hoy ha de estar alrededor de $1´300,000.00

Este cliente ya está en manos de uno de los mejores abogados de aquí.
El cliente me adeuda 62 mil pesos por concepto de honorarios, de los cuales le indiqué que no me los pague y que con eso él pagara los honorarios del abogado.
Hoy me comentó que lo que él quiere es que yo pague la mitad del total del adeudo a lo que yo le respondí que no es posible por dos razones:
1. Lo que le están cobrando de la auditoría, es impuesto de él.
2. No tengo tal cantidad de dinero.
Por lo tanto él me dijo que la plática era para conciliar de la mejor manera que yo pague la mitad. Pero como yo no accedí, entonces iba a ser por la mala; sin especificar a qué se refería con la expresión "a la mala".
Si es que me demande, ok. Me defenderé como mejor pueda.
Pero si agrede contra mi persona, nadie sabrá nada, ya que la plática se llevó a cabo a puerta cerrada y solo estábamos él y yo.

Por lo tanto, si algo me llega a suceder a mi o a mi familia, hago directamente responsable a esta persona. Mi familia, mis colaboradores y mis amigos cercanos saben de quien estoy hablando y por lo tanto, les pido encarecidamente que actúen en consecuencia contra él si algo me llega a suceder.

Gabriel Cordero Castillo.


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